Cómo calcular horas extras en España sin errores

Publicado el
November 22, 2025
Cómo calcular horas extras en España sin errores
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Calcular las horas extras correctamente es mucho más que una simple tarea administrativa; es la clave para evitar sanciones y mantener un buen clima laboral. Todo se basa en una idea sencilla: la diferencia entre las horas que un empleado realmente trabaja y las que figuran en su jornada ordinaria pactada. La dificultad está en aplicar el recargo correcto, ya sea compensando con descanso o pagando un extra, siempre según lo que marque el convenio colectivo.

Qué son las horas extras y cómo las regula la ley

Para cualquier responsable de RR. HH., especialmente en sectores tan dinámicos como el retail o la hostelería, entender a fondo la base legal de las horas extras es el primer paso para una gestión de personal sin fisuras. No se trata solo de pagar más por trabajar más tiempo; es un concepto con reglas muy claras marcadas por el Estatuto de los Trabajadores y los convenios.

En pocas palabras, las horas extras son todas aquellas que un empleado realiza por encima de su jornada laboral ordinaria. Esta jornada puede estar fijada por día (por ejemplo, más de 8 horas), por semana (más de 40 horas) o incluso en cómputo anual, dependiendo siempre de lo que se haya firmado en el contrato o lo que dicte el convenio del sector.

El límite legal y sus excepciones

La ley española es muy clara para proteger la salud y el bienestar de los trabajadores: hay un tope máximo de 80 horas extras al año. Este límite es una barrera fundamental contra las jornadas maratonianas que pueden acabar en agotamiento y dificultar la conciliación.

Sin embargo, hay que saber que no todas las horas adicionales cuentan para este límite. Existen las llamadas horas por "fuerza mayor", que son las que se hacen para prevenir o reparar un siniestro o un daño urgente. Imagina que un restaurante sufre una inundación; el tiempo extra que el equipo dedica a solucionar el desastre no computa dentro de esas 80 horas anuales.

La voluntariedad como norma general

Un punto crucial que a veces se olvida es que, por norma general, hacer horas extraordinarias es voluntario. Un trabajador no puede ser sancionado por negarse a hacerlas, a no ser que su obligatoriedad se haya pactado previamente en el convenio colectivo o en su contrato individual. La única excepción a esta regla son, precisamente, los casos de fuerza mayor.

La forma de compensar estas horas es flexible. La empresa puede elegir entre pagarlas con un valor superior al de la hora normal o compensarlas con tiempo de descanso equivalente. Ambas opciones deben estar acordadas y, si se opta por el descanso, este debe disfrutarse en los cuatro meses siguientes a su realización.

La obligación del registro horario

Para asegurar que toda esta normativa se cumple, el registro de la jornada laboral es una obligación legal ineludible para todas las empresas. Este control debe reflejar la hora exacta de inicio y fin de la jornada de cada empleado, lo que permite un seguimiento preciso y transparente.

Un buen registro horario no es solo una herramienta para calcular horas extras, sino que se convierte en una prueba fundamental si llega una inspección de trabajo. Si quieres profundizar en todo el marco legal, nuestra guía completa sobre la normativa de horas extraordinarias en España te ofrece todos los detalles que necesitas.

La fórmula para calcular el valor de las horas extras

Afrontar el cálculo de las horas extras puede parecer un laberinto, pero en realidad sigue una lógica bastante clara una vez que entiendes las piezas del puzle. No hay una única fórmula universal, porque todo depende de dos factores clave: el tipo de salario del empleado y, sobre todo, lo que diga el convenio colectivo. Este último documento es crucial, ya que casi siempre mejora el recargo mínimo que establece la ley.

Para desglosar el proceso, lo primero que necesitas es averiguar cuánto vale una hora de trabajo normal. Sin ese dato, es imposible avanzar. El cómo encontrarlo cambia si el trabajador cobra un salario mensual fijo o si se le paga por horas, una distinción muy típica en sectores como la hostelería o el retail, donde la planificación de horarios lo es todo.

Este esquema visual te resume los pilares legales que debes tener en mente antes de sacar la calculadora.

Ilustración que muestra definición, límite de 80 horas y compensación para cálculo de horas extras laborales

Como ves, el proceso implica definir qué cuenta como hora extra, respetar el límite anual de 80 horas y decidir si se compensa con dinero o con tiempo de descanso.

Calcular el valor de la hora ordinaria

Para pasar de la teoría a la práctica, vamos a ver cómo se saca ese valor base en los dos escenarios más habituales en la gestión de personal.

  • Para empleados con salario mensual: La fórmula es sencilla. Tienes que dividir el salario bruto anual entre el número total de horas de trabajo efectivas que marca el convenio. Si el convenio no dice nada sobre las horas anuales, se usa como referencia la jornada máxima legal, que son 40 horas semanales.
  • Para empleados con salario por hora: Aquí el camino es mucho más directo. El valor de la hora ordinaria ya viene definido en el contrato de trabajo, así que ese es tu punto de partida.

Una vez que tienes el valor de la hora normal, el siguiente paso es aplicarle el recargo que corresponde a la hora extra. El Estatuto de los Trabajadores dice que, como mínimo, tiene que valer lo mismo que una hora ordinaria. Sin embargo, la inmensa mayoría de los convenios colectivos fijan un recargo, que suele ser del 75% sobre el valor de la hora normal.

Un consejo clave: revisa siempre el convenio colectivo. Ignorarlo y quedarte solo con el mínimo legal puede traerte reclamaciones y sanciones. Si el convenio ofrece mejores condiciones para el trabajador, siempre manda sobre la ley general.

Aplicación práctica en retail y hostelería

Imagina a un dependiente de una tienda en plena campaña de rebajas. Su salario bruto anual es de 18.000 € y su convenio establece una jornada de 1.780 horas al año.

  • Valor hora ordinaria: 18.000 € / 1.780 horas = 10,11 €/hora.
  • Valor hora extra (con recargo del 75%): 10,11 € * 1.75 = 17,69 €/hora.

Ahora, piensa en un camarero de un restaurante que trabaja por horas. Su contrato dice que cobra 12 € por hora ordinaria. Durante un fin de semana con un evento especial, hace 5 horas extra. Su convenio también marca un recargo del 75%.

  • Cálculo directo: 5 horas * (12 €/hora * 1.75) = 5 * 21 € = 105 € brutos.

Hacer bien este cálculo es fundamental para pagar lo justo y evitarte problemas. La falta de un registro adecuado y un cálculo incorrecto pueden acabar en deudas salariales, multas y costes legales.

Cuando ya tienes estos importes calculados, el siguiente paso es integrarlos correctamente en la liquidación de salarios, un proceso que también tiene su miga. Si necesitas una guía detallada, puedes aprender más sobre cómo se hace la nómina en nuestro artículo.

Distinguir los tipos de horas extras

Para calcular horas extras con precisión, lo primero es entender que no todas son iguales. Un error muy común en la gestión de personal, sobre todo en sectores con picos de trabajo como la hostelería o el retail, es meter todas las horas adicionales en el mismo saco. La realidad es que la ley española hace una distinción clave que lo cambia todo, desde la cotización hasta los límites anuales.

Ilustración comparativa mostrando horas communes con familia y fuerza major laboral en círculos separados

Básicamente, las horas extraordinarias se dividen en dos grandes grupos: las comunes y las de fuerza mayor. Para cualquier responsable de RR. HH. o de planificación de equipos, tener clara esta diferencia es vital, porque su tratamiento en la nómina no tiene nada que ver.

Horas extras comunes o estructurales

Estas son las horas extra "de toda la vida". Surgen por las necesidades del día a día: un pico de producción, un aumento inesperado de clientes, la ausencia de un compañero que hay que cubrir o cualquier otra circunstancia ligada a la actividad normal de la empresa. La clave para identificarlas es que, aunque no estén planificadas, forman parte del flujo de trabajo habitual del negocio.

Por ejemplo, en hostelería, un caso típico sería el personal de un bar que se queda más tiempo porque un partido de fútbol se alarga y el local está a reventar. En el sector retail, un ejemplo claro es el equipo de una tienda que echa horas extra durante la semana del Black Friday para gestionar el volumen de ventas y reponer stock sin parar.

Estas son las horas que computan para el famoso límite legal de 80 horas anuales por trabajador.

Horas extras por fuerza mayor

Aquí cambiamos de tercio por completo. Este tipo de horas no tienen que ver con la producción, sino con la necesidad de prevenir o reparar daños urgentes y extraordinarios. Hablamos de situaciones totalmente imprevisibles y excepcionales.

Un ejemplo claro en retail sería que el personal de un almacén tuviera que trabajar toda la noche para salvar la mercancía después de una inundación provocada por la rotura de una tubería. En hostelería, podría ser el tiempo extra que el equipo de mantenimiento dedica a reparar una avería eléctrica grave que amenaza con echar a perder toda la comida de las cámaras frigoríficas.

La gran diferencia, y lo que debes recordar, es que las horas de fuerza mayor no cuentan para el límite anual de 80 horas. Además, tienen una cotización a la Seguridad Social reducida, tanto para la empresa como para el empleado, lo que supone un alivio fiscal.

Saber distinguir estos dos tipos es el primer paso para una gestión impecable. Si quieres profundizar en cómo equilibrar estas horas con tiempo libre, echa un vistazo a nuestro artículo sobre cómo compensar horas extras con descanso, una opción que los equipos valoran cada vez más.

Cómo afectan las horas extras a la nómina

Una vez que tienes claro cómo calcular las horas extras en bruto, el siguiente paso es entender su viaje hasta la nómina. No se trata de una simple suma al salario base. Las horas extraordinarias tienen su propio tratamiento fiscal y de cotización, algo que los responsables de RR. HH. en sectores como la hostelería o el retail conocen muy bien, donde la gestión de nóminas puede ser un verdadero rompecabezas.

Las horas extras son, a todos los efectos, un concepto salarial más. Esto significa que cotizan a la Seguridad Social y están sujetas a la retención del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). En resumen: el importe bruto que has calculado no es la cantidad final que el empleado verá en su cuenta bancaria.

La cotización a la seguridad social

Todas las horas extraordinarias, sin excepción, cotizan a la Seguridad Social. Sin embargo, y aquí viene lo importante, la ley distingue entre los diferentes tipos a la hora de aplicar los porcentajes. Este detalle tiene un impacto directo tanto para la empresa como para el empleado.

  • Horas extras comunes: Cotizan con un tipo específico. Para la empresa, el porcentaje es del 23,6%, mientras que al trabajador se le deduce un 4,7%.
  • Horas extras por fuerza mayor: Cuentan con un tratamiento más favorable, pensado para incentivar su realización en situaciones de emergencia. En este caso, la empresa cotiza un 12% y al trabajador se le deduce solo un 2%.

Esta diferencia es clave. Identificar correctamente si unas horas extras se deben a un pico de trabajo o a una situación de fuerza mayor cambia de forma significativa las deducciones que se aplican en la nómina.

La retención de IRPF

Además de la cotización, las horas extras están sujetas a la retención de IRPF. Este importe se suma al resto de percepciones salariales para calcular la base total sobre la que se aplicará el impuesto. El porcentaje de IRPF no es fijo; depende de los ingresos anuales totales del trabajador y de su situación personal y familiar.

Un punto crítico a tener en cuenta: un aumento significativo en las horas extras puede hacer que un empleado salte de tramo en el IRPF. Esto no solo aumentaría la retención sobre esas horas, sino sobre la totalidad de su salario.

Ejemplo práctico: del bruto al neto

Para verlo con más claridad, volvamos al ejemplo de un importe bruto de 100 € por horas extras comunes.

  1. Importe Bruto: 100 €
  2. Deducción Seguridad Social: 100 € * 4,7% = -4,70 €
  3. Base para IRPF: Los 100 € se suman al resto del salario para calcular la retención.
  4. Deducción IRPF (supongamos un 15%): 100 € * 15% = -15,00 €
  5. Importe Neto a percibir: 100 € - 4,70 € - 15,00 € = 80,30 €

Como puedes ver, de los 100 € brutos que calculamos, el empleado recibiría finalmente 80,30 €. Desglosar estos conceptos de forma transparente en la nómina no solo es una obligación legal, sino que es fundamental para mantener la confianza del equipo.

Una gestión rigurosa previene conflictos y garantiza que todo se hace conforme a la ley, algo especialmente delicado si tenemos en cuenta el aumento de las horas no remuneradas. Puedes profundizar en esta tendencia consultando los datos del INE sobre horas extra no remuneradas, que demuestran la importancia de un control preciso. Para automatizar y simplificar todo este proceso, una plataforma como Shyfter puede ser la solución perfecta.

Optimiza tu gestión de horas extras con un software

Seamos sinceros: calcular las horas extras a mano es un auténtico dolor de cabeza. Especialmente en sectores con horarios tan cambiantes como la hostelería o el retail, donde cada semana es un mundo. Es una fuente constante de errores, consume un tiempo valiosísimo y, al final, nadie está contento. Las hojas de cálculo ayudan, sí, pero se quedan cortas enseguida cuando intentas encajar la realidad con las complejidades de cada convenio.

La solución real, la que te devuelve la tranquilidad, pasa por automatizar.

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Un software de gestión de personal como Shyfter está diseñado precisamente para esto. Simplifica todo el proceso de principio a fin, quitándote de encima la carga administrativa y, lo más importante, garantizando que cumples con la normativa. Se acabó eso de cruzar datos manualmente; la plataforma lo hace por ti de forma inteligente.

La automatización como tu mejor aliada

La tecnología adecuada cambia por completo las reglas del juego a la hora de calcular horas extras. Convierte un desafío que antes te quitaba el sueño en una operación fluida y casi invisible. Un sistema especializado se ocupa de esas tareas repetitivas y tan propensas a fallos humanos.

Todo empieza con un registro preciso de los fichajes de entrada y salida de cada empleado. Esto crea una base de datos fiable y en tiempo real que no solo te ayuda a cumplir la ley, sino que te da una visión cristalina de las horas que realmente se están trabajando.

El verdadero cambio llega cuando el software identifica automáticamente qué horas son extraordinarias. Lo configuras una vez con las reglas de tu convenio colectivo y el sistema ya sabe cuándo aplicar los recargos correctos, sin que tengas que mover un dedo.

Piensa en todo lo que te ahorras con funcionalidades clave como estas:

  • Identificación automática: El sistema sabe distinguir perfectamente entre horas ordinarias y extraordinarias, cruzando la planificación de turnos con los fichajes reales.
  • Cálculo de recargos: Aplica los porcentajes exactos que marca tu convenio, ya sean por horas extra comunes o por fuerza mayor. Cero dudas.
  • Generación de informes: Con un par de clics tienes resúmenes listos para exportar a nóminas, con datos coherentes y sin errores.
  • Transparencia total: Tanto tú como tus empleados tenéis acceso a un registro claro y compartido. Esto minimiza las disputas y genera un clima de confianza.

Adoptar una herramienta así no solo reduce los errores a cero. Libera un tiempo increíble para que los responsables de equipo o de RR. HH. se puedan centrar en lo que de verdad aporta valor: la planificación, el bienestar del equipo o la estrategia. Además, llevar el registro de la jornada laboral con un software de control horario es, sencillamente, la mejor garantía para cumplir la ley sin esfuerzo.

Las preguntas más habituales sobre horas extras

Cuando llega el momento de calcular horas extras, siempre aparecen las mismas dudas en la gestión del día a día. Especialmente en sectores tan dinámicos como la hostelería o el retail, donde los turnos cambian constantemente, tener las cosas claras es clave para evitar problemas y cumplir con la ley. Vamos a resolver las preguntas que más se repiten.

Una de las primeras cuestiones que siempre sale a la palestra es si un trabajador está obligado a hacerlas. La respuesta general es no: la realización de horas extras es totalmente voluntaria. Un empleado puede negarse a hacerlas sin que esto suponga ningún tipo de sanción.

¿Hay excepciones? Sí, las hay. Las horas extras pasan a ser obligatorias si así se ha pactado en el convenio colectivo o en el propio contrato de trabajo, siempre respetando los límites legales. También son de obligado cumplimiento en casos de fuerza mayor, como reparar daños urgentes para evitar males mayores en la empresa.

¿Y cómo se compensan o reclaman?

Otra duda muy frecuente tiene que ver con la compensación. Si en lugar de pagar las horas, se decide compensarlas con tiempo de descanso, la regla es sencilla: cada hora extra trabajada equivale, como mínimo, a una hora de descanso pagado. El convenio colectivo puede, y suele, mejorar esta proporción.

Este tiempo libre tiene un plazo para disfrutarse: debe ser dentro de los cuatro meses siguientes a la realización de las horas, a no ser que el convenio indique otra cosa.

Ahora bien, ¿qué pasa si la empresa no cumple su parte del trato? Si no te pagan o compensan las horas que has hecho, tienes todo el derecho a reclamar ese dinero. Dispones de un plazo de un año para hacerlo, contando desde el momento en que deberían habértelas pagado. Para que la reclamación llegue a buen puerto, es fundamental que guardes tu registro horario. Sin él, demostrar que hiciste esas horas es casi imposible.

Hay que entender que el impago de horas extras no es un simple despiste. Puede acarrear sanciones económicas importantes para la empresa y, lo que es peor, dinamita la confianza y el buen ambiente en el equipo.

Gestionar y pagar correctamente estas horas es una cuestión de justicia laboral. Sin embargo, los datos pintan una realidad que debería preocuparnos. Solo en el tercer trimestre de 2025, los trabajadores en España realizaron 1.805.800 horas extraordinarias que no se pagaron, un volumen que equivale a la pérdida de más de 45.000 puestos de trabajo a jornada completa. Aunque la cifra sea un mínimo histórico, deja claro que necesitamos más transparencia en el cálculo. Puedes ver el detalle de estos datos en el análisis de horas extraordinarias de Expansión.


La forma más segura de garantizar que cada hora se calcula de forma precisa y sin errores es dejar que la tecnología haga el trabajo. Con una herramienta como Shyfter, puedes configurar las reglas de tu convenio, registrar los fichajes automáticamente y generar informes listos para enviar a nómina con total fiabilidad. Descubre cómo en https://shyfter.co/es-es.

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